Presidente Chávez entregó apartamentos equipados a damnificados por las lluvias
420 familias menos en los refugios
Sepultadas con los derrumbes deben quedar, para siempre, las rémoras de ineficiencia, burocracia, egoísmo y corrupción. Según el jefe de Estado, el objetivo es que no salga, ni un damnificado, a vivir en el rancho que se cae. El Gobierno Bolivariano ha previsto: terminar los desarrollos urbanísticos empezados, adquirir las obras habitacionales que ejecutan los privados y construir nuevos desarrollos
Nerliny Carucí *
21 de diciembre de 2010
En el Desarrollo Urbanístico El Morro se entregaron 120 viviendas a damnificados
Foto: Karim Rodríguez
1 de 2 fotografías. Haga click en la foto para ver más.A los lados se veían cerros, casas humildes, ranchos, uno que otro edificio, árboles, gente trabajando, gente caminando. El carro daba y daba vueltas, siempre en subida y, cuando llegamos a la parte más alta y nos desviamos a la izquierda, vi, con asombro y delicadeza, una ciudadela de edificios imponentes. Abajo estaban los edificios que se están construyendo en la antigua Hacienda “El Encantado”; y más acá, arriba, en un monte pequeño y redondeado, unas torres más pequeñas (probablemente de unos 20 apartamentos cada una), pero no menos hermosas.
Siete u ocho personas se asomaron, cuando llegamos. Lucían ajetreados y alegres. No podía ser distinto: ese día, domingo 19 de diciembre de 2010, sus familias recibirían, formalmente, por parte del Presidente de la República, una casa digna, luego de haber perdido las suyas, a causa de las lluvias. Afuera, en el patio de los edificios de El Morro, corría un grupo de niños; otros tantos, jugaban en un parque inflable, puesto allí.
Al rato de haber llegado, entramos a una de las torres y, en las escaleras, sentadas, estaban algunas mujeres. Yo les pregunté que cuál de ellas quería hablar conmigo, y dos exclamaron, con orgullo y agradecimiento: “¡Cualquiera de nosotras! Las dos fuimos bendecidas con una casa”. Eran madre e hija: María y Mariam. Se veían casi de la misma edad. La señora María Almeida había vivido, toda su vida: sus 34 años, en El Encantado, Batea La Estación, por la vía de Pablo VI, en Petare, estado Miranda. Pero, como consecuencia de las lluvias caídas, desde el pasado mes de noviembre, su casa se vino abajo.
Las dos hijas de María habían quedado tapiadas; porque, dos canales de agua de lluvia se desbordaron, y el agua se metió para la casa. “Empezó a bajar tierra, tierra… y mis hijas quedaron sepultadas con todo y casa.
Afortunadamente, las pudieron sacar con vida”. Una, es una niña de diez años; y la otra (la muchacha que había contestado, cuando esta periodista preguntó), una muchacha de 19 años, embarazada —que, está a punto de dar a luz.
María dijo, en su discurso, después de la pesadilla, que nunca perdió las esperanzas. Su familia (sus dos hijas, su hijo y tres sobrinos, cuya madre falleció hace 4 meses) y ella, fueron trasladadas al Refugio “Willian Lara”, ubicado en El Fortín, en Petare. La atención en el refugio no pudo ser mejor, narró María. Contaron con el apoyo de los consejos comunales del sector, de los organismos de Seguridad y Protección Civil, y del Gobierno Bolivariano, en general. En ese refugio, fue donde les dieron la buena nueva que les habían adjudicado un apartamento, de tres cuartos, dos baños y sala-cocina-comedor, en El Morro.
“¡Estoy muy feliz! Y, bueno, además, voy a tener mi nieto, en este apartamento tan hermoso. ¡Éste fue el mejor regalo de Navidad que nos pudo dar el Gobierno!”. El regalo del “Niño Jesús”, definitivamente, vino con ñapa incluida: el Gobierno nacional, además de la casa que le adjudicó a María, le entregó camas, muebles, cocina, lavadora, lencería, y un combo de alimentación para alimentar a toda su familia, durante una semana.
María nos contó su historia, entre tantas historias. Al igual que su familia, otras 419 familias damnificadas por las lluvias, recibieron, formalmente, este domingo, apartamentos en los estados Miranda y Vargas. En el Desarrollo Urbanístico “El Morro” (Miranda), se entregaron 120; en elDesarrollo Urbanístico “Brisas de Maiquetía” (Vargas), 230; y en el Desarrollo Urbanístico “Ciudad Belén” (Miranda), 140. En Ciudad Belén, 70 apartamentos fueron para los damnificados; porque, los otros 70 se adjudicaron a las familias que vivían alrededor del sector donde se está construyendo el Desarrollo.
Durante el Aló, Presidente 368, el jefe de Estado, Hugo Chávez, aseveró que, “estos venezolanos que quedaron damnificados por el azote del invierno y del Capitalismo, no pagarán cuota inicial para la adquisición de sus viviendas. Se les están entregando los apartamentos equipados: con cocinas, lavadoras, neveras, cubiertos, juegos de comedor; así como, algunos alimentos, para que estas personas retomen sus vidas”.
Hay ahora la necesidad de impulsar y acelerar la construcción de viviendas, para reubicar a las más de 33 mil familias refugiadas (de acuerdo con datos del Puesto de Comando Presidencial para la Contingencia ocasionada por las lluvias), en todo el país.
Reto de construcción
El Gobierno Nacional se ha planteado desarrollar un Plan de Viviendas, que contempla tres líneas: “La primera línea es terminar lo comenzado. Hay muchos desarrollos habitacionales, los cuales, por una u otra razón, no se han podido terminar, y ya estamos comenzado. La entrega aquí, en El Morro, es muestra de ello. La segunda línea es, la adquisición de viviendas construidas por el sector privado. Se está haciendo un trabajo importante; pero, a la vez, se está haciendo un proceso de sinceración de precios; porque, había una distorsión en los precios de las viviendas. Les estamos demostrando a los privados que, pueden ganar dinero, pero dentro de un marco ‘decente’. La tercera línea es la construcción de nuevos desarrollos”, informó el ministro para la Vivienda y el Hábitat, Ricardo Molina.
El coronel Manuel Quevedo, vicepresidente de la Fundación Misión Hábitat, verificó la información suministrada por el titular del Despacho de la Vivienda, al señalar que, en El Morro tuvieron problemas con dos contratistas, que dejaron paralizadas las obras de, al menos, seis edificios. Gracias a la intervención directa del Estado, hoy, una de las empresas está a la orden de la Fiscalía, y a la otra, le decomisaron las maquinarias.
Vale consignar que, un grupo de la misma gente que se mudó a El Morro, propuso organizarse y, con una asesoría técnica, ahora, va a participar en la construcción de algunos de los edificios. A más tardar, en septiembre del próximo año, se espera haber entregado los 620 apartamentos que faltan en el Desarrollo “El Morro”. Es más, para principios del próximo mes de febrero, se espera entregar otros 80 apartamentos en ese lugar.
En cuanto a la última línea del Plan Viviendas, el Gobierno ha articulado un proceso de detección de terrenos en las ciudades, para construir viviendas para el pueblo. El ministro de Estado para la Reconstrucción Urbana de Caracas, Francisco “Farruco” Sesto, informó que, en más de dos hectáreas, en seis terrenos continuos, ubicados en La Urbina, municipio Sucre, del estado Miranda, se construirán 500 apartamentos para las familias damnificadas por las lluvias.
Aclaró que, mientras algunos grupos económicos tienen abandonados, por años, unos terrenos, “nuestro pueblo continúa viviendo en condiciones infrahumanas al borde de barrancos, y, cada vez que llueve, la situación se torna angustiosa”.
Por otra parte, con el fin de cumplir con la meta pautada, este domingo, el presidente Chávez firmó el decreto de adquisición forzosa de los bienes muebles, inmuebles y bienechurías de Sanitarios Maracay y Aluminios de Venezuela; empresas que fortalecerán la capacidad de insumos destinados al Plan de Viviendas adelantado por el Gobierno nacional, en función de las necesidades habitacionales del pueblo.
Según el ministro del Poder Popular para la Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias, Ricardo Menéndez, la medida adoptada por el Presidente, de expropiar Sanitarios Maracay, va a permitir recuperar 44% del mercado nacional y proveer las piezas sanitarias que va utilizar el Gobierno revolucionario.
La Revolución soñada
Al estilo del periodista Domingo Alberto Rangel, se podría decir que, el rostro social de la Venezuelade diciembre de 2010 es bien distinto al de aquella otra Venezuela, la de la época del Puntofijismo. La semilla revolucionaria abonada, en once años, engendró dos hijos: unidad y compromiso político, por parte de la ciudadanía y de las instituciones del Estado.
Para la ministra del Poder Popular para las Comunas y Protección Social, Isis Ochoa, “se ha hecho y se está haciendo un esfuerzo extraordinario para garantizar salud, recreación, alimentación, limpieza…, en los 950 refugios habilitados. Lo más valioso, ahora, es lograr que, el pueblo, como lo ha venido demostrando, desde los días de esta emergencia, genere unos dispositivos que permitan regular la vida en colectivo. Ya pasamos la fase de emergencia; ahora, viene la fase más difícil, que es la consolidación de los refugios y el tránsito hacia una nueva vida, con proyectos integrales”.
Según la ministra Ochoa, es indispensable hacer un esfuerzo; por cuanto, se trata de un problema que amerita la organización de todas las fuerzas organizadas, para lograr que los refugios se conviertan en espacios de convivencia. El tiempo de espera en los refugios, para que cada una de las familias tenga una vivienda digna, puede ser de 18 a 24 meses.
El Gobierno ha decidido establecer conexión no sólo con los voceros y los líderes naturales, que han surgido en los refugios; sino, también, con los que se hallan en los lugares de origen de esas personas. En muchas comunidades, han quedado familias en situación de riesgo. El hecho de que no estén en refugios, no significa que van a ser excluidos. De ahí, la complejidad del trabajo.
El jefe de Estado subrayó que, el objetivo es que no salga, ni un damnificado, a vivir en el rancho que se cae. “Estamos apurando el paso y no descansaremos”, añadió.
En tal sentido, se está haciendo un proceso de caracterización de las familias, para conocer las necesidades específicas de cada una. Se han hecho diagnósticos de los refugios espontáneos, para cerrar aquellos que no están aptos. En fin, se viene avanzando a buen ritmo, teniendo en cuenta que, sólo han transcurrido 20 días de la emergencia.
Lo que sí es preocupante es: “Hay que decirlo con mucho cuidado y con mucho respeto: se acrecentó el número de familias en refugios, con el pago del bono solidario y con el tema de la caracterización; porque, empiezan las especulaciones: que vamos a dar empleos, que vamos a entregar viviendas… Por eso, queremos hacer un llamado a la conciencia, un llamado a la contraloría social. Sabemos que, en Venezuela, hay un problema estructural, con el tema de las viviendas; pero, ahorita, tenemos que trabajar con las prioridades. ¡Si no trabajamos con prioridades, no vamos a salir de esta emergencia!”, enfatizó la ministra para las Comunas y Protección Social.
A su vez, el ministro para la Vivienda y el Hábitat, sostuvo que, de lo que se tiene certeza es que, si el pueblo no participa, no vamos a salir de esta coyuntura. “Tenemos que tener un ejército de pueblo dispuesto a colaborar, para poder dar el salto adelante y atender el problema estructural de las viviendas, en el país”.
Qué pasará, cómo procederán, cómo se pondrán de acuerdo, cuál será el destino de los damnificados, depende de los compromisos reales que Gobierno y Pueblo asuman. Unidos podrían burlar todos los vaticinios negativos. El Estado ha generado dispositivos que han dado respuestas, en tiempo real. La entrega de 420 viviendas a los damnificados, este domingo, es una prueba del compromiso moral del Gobierno; más aun, cuando no se trata sólo de soluciones habitacionales, sino de proyectos integrales que incluyen: educación, salud, alimentación, transporte y planes socioproductivos. Sin embargo, como decía el ministro para la Vivienda y el Hábitat, el resultado final no dependerá sino de la voluntad y la praxis de todos los ciudadanos y ciudadanas.
* ncaruci@minci.gob.ve
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